miércoles, 29 de febrero de 2012

Luciano de tela



Luciano Pavarotti

Luciano Pavarotti ( de tela)






MAMMA SON TANTO FELICE
PERCHE RETORNO DA TE
LA MIA CANZONE TI DICE
CHE IL PUI BELGIORNO PER ME
MAMMA SON TANTO FELICE
VIVERE LONTANO PERCHE

MAMMA SOLO PER TE
LA MIA CANZONE VOLA
MAMMA SARAI CON ME
TU NON SARAI PIU SOLA
QUANTO TI VOGLIO BENE
QUESTE PAROLE D’AMORE
CHE TI SOSPIRA IL MIO CUORE
FORCE NON S’ODONO PIU
MAMMA MA LA CANZONE MIA, PIU BELLA SEI TU
SEI TU LA VITA E PER LA VITA NON TI LASCIO MAI PIU

SENTO LA MANO TUA STANCA
CERCA I MIEI RECCIOLI D’OR
SENTO E LA VOCE TI MANCA
LA NINNA NANNA D’ALLOR
OGGI LA TESTA TUA BIANCA
IO VOGLIO STRINGERE AL CUOR

Este poema sacó el segundo premio en el concurso internacional "Los zapaticos de rosa"



EL ESPANTAPÁJAROS SABIO



Tiene los brazos de escoba
y cabeza de calabaza,
melena de lana al viento
y pecho de tibia paja.
Es el espantapájaros de la huerta del abuelo,
con camisa a cuadros rojos
y en la cabeza, un sombrero.
Todas las mañanas, un pajarito descansa,
en su sombrero de ala ancha.
Y cuentan que quiere hacer nido
en su gastada bufanda.
Viene y va, va y viene,
el pajarito no se detiene.
Enhebra hilachas, trenza pastitos, cose retacitos.
Y el espantapájaros se hace el dormido,
quieto, quietito... ¡Qué desatino!
“Señor espantapájaros” dice el manzano
“Usted ¿Espanta  o no espanta a los pájaros?”
Y piensa el ciruelo: “¡Qué desacierto!
El espantapájaros ya no cela el huerto”
Y el limonero amarillo, censura:
“¡Qué locura!
El espantapájaros se quedó dormido...
¿O está distraído?”
“¿Estará enamorado?”
Dice suspirando el peral perfumado.
¡Qué confusión, qué problema!
El espantapájaros ya no está alerta.
Todos hablan, nadie escucha:
¿Al espantapájaros habrá que darle una ducha?
¿Estará con gripe?
¿Le dolerá una muela?
¿El espantapájaros querrá ir a la escuela?
El abuelo llega con su regadera
y explica con buen tino:
-“El espantapájaros tiene en su pecho un nido,
 no se hace el tonto ni está distraído,
no tiene gripe ni se quedó dormido…
Él está al tanto de quién roba el huerto:
Son  pájaros grandes, no los más pequeños
Déjenlo tranquilo y punto y aparte,
  que el espantapájaros, sabe lo que hace.


domingo, 26 de febrero de 2012

Chispita


¡¡HOLA AMIGOS!!

El payaso charlatán

CHISPITA

El payaso es el maestro de ceremonias de todas las funciones, vale decir una especie de presentador, como los conductores de programas de televisión.
Además de presentar a los demás títeres es el que sabe contar los chistes más chistosos y las adivinanzas más difíciles, pero en vez de tener corbata, usa una enorme moña roja.
Todos le decimos “Cotorrón”, porque habla hasta por los codos, pero su nombre artístico es Chispita.
Cierro los ojos y me parece oírlo: Con ustedes, Chispita, el mejor payaso del mundo, apuesto y brillante, práctico, económico, cabe en la cartera de la dama y en el bolsillo del caballero, fácil de usar, no ocupa lugar y sirve para todo... y bla, bla, bla. Hay que taparle la boca para que pare.
Pero con cuanta emoción  cumple su tarea, carraspea, acomoda la voz chillona y grita a todo pulmón:
"Con ustedes, los mejores titiriteros del mundo, hagan su trabajo con detalle porque sino nos quedamos  en la     calle "                                                                                                                                                                                                                                             

                 
                 Pata pum, pata pom, que comience la función ”
                  
Y entre risas y aplausos aparecen los coloridos actores de mentirita, les van a contar un sueño, o soñar un cuento, o contar una historia...
Ojos abiertos y oídos atentos, déjense llevar por la historia que les vamos a contar...

sábado, 25 de febrero de 2012

Lobo de ciudad, cuento para contar

CUEPENTOPO BREPEVEPE


LOBO DE CIUDAD

Juancito subió al 221 con la túnica arrugada.
Era viernes, miraría dibujitos toda la mañana del sábado y seguramente su abuela haría buñuelos de manzana, con mucha azúcar.
Todo era perfecto, se acurrucó contra la ventanilla y miró el paisaje gris.
La voz de un vendedor ambulante le llamó la atención:
“Con el permiso de la abuela y de caperucita roja, y gracias a la gentileza del señor leñador, quiero decir, del señor conductor, vengo a ofrecerles el ofertón del viernes, BARATO, BONITO, ÚTIL, no cabe en la cartera de la dama ni en el bolsillo del caballero...”
A medida que pregonaba se acercó a Juancito, que lo miraba con los ojos redondos como platos.
Nadie le prestaba atención.
La señora de paraguas rojo iba ensimismada en su celular y el hombre barbudo, parecido al Che, tomaba mate pensativo,
Todos viajaban dentro de su burbuja.
Juancito le preguntó:_”¿ Qué vendés?”_
El lobo lo miró dulcemente, y con su enorme bocota llena de dientes, dijo:_” Un lobo feroz desocupado”_
_”¿Cómo quedaste sin trabajo?”_ preguntó el niño
El lobo suspiró y le dijo al oído:_” Los niños ya no se creen eso de que me como a las abuelas. Ahora las abuelas andan con celular y saben karate. Además caperucita roja cruza el bosque en scuter, no hay manera de ganarse la vida”_
_”¿Y qué sabés hacer? Dijo el pequeño
“_Bueno, puedo servir como perro guardián, como felpudo de puerta, también soy un práctico “calienta pies” y colgado en un perchero puedo imitar perfectamente un tapado de piel. Una señora me contrató una noche para trabajar de saco de piel, quería que una amiga suya se muriera de la envidia, es un poco aburrido, te diré”_
”¿Y salís muy caro? Por que yo ando necesitando un amigo que de noche me acompañe cuando mamá apaga la luz”_
Y el lobo, mojado hasta los huesos por la lluvia del otoño, monótona y fría, le dijo:
_ “Para vos, GRATIS. ¿ Me llevás?”_
_” Dale”_dijo Juancito y bajaron juntos en la próxima parada.
Por la ventanilla del ómnibus nadie vio a un niño de la mano de un peludo lobo feroz, que llevaba puesta una leñadora a cuadros rojos y una mochila que decía: ESCOLAR en la espalda.
Los dos se fueron saltando charquitos, debajo de un enorme paraguas multicolor.


Primer premio en el concurso " Cuentos para contar", organizado por el programa radial: "Entre cuentos y otras yerbas"

El lobo feroz, pero no tanto


EL LOBO FEPE-ROPOZ

De todos ellos el lobo es mi preferido.
Será que no es tan feroz a pesar de su enorme bocota, y conmigo se comporta como todo un caballero.
Nunca ha mordisqueado nada, a no ser el palo de la escoba de la bruja Anastasia, que un día apareció misteriosamente en mal estado.
Pero no puedo culparlo, ha recibido muchos escobazos de parte de ella y hay que atenerse a las consecuencias: uno cosecha lo que siembra.
Recuerdo que el día que lo hice llovía a cántaros y entre mate y mate, con un pedazo de pantalón de mi hijo más chico, la tijera fue obrando su milagro. Con la ayuda de una aguja y de hilo fui cosiendo  por aquí y por allá, hasta que apareció algo parecido  a lo que buscaba... ¡Claro! Le faltaban las orejotas, los ojos, los colmillos, porque un lobo sin dientes no es nada...
A rebuscar se ha dicho... un botón de cuero de hocico, bigotes de lana, dientes de cartón.
¿Tendrá cara de malo?... No, el lobo no es malo, un poco feroz pero no mucho.
Pronto, está listo, a esperar que seque el pegamento de los ojos... “ Mamá, ¿no te quedó medio bizco?” Con un rápido movimiento de dedo acomodo el desperfecto
Ahora sí... ¿Está lindo, verdad?
¡¡LINDAZO!!
Ya secó, cuanta expectativa, meto la mano despacito y un lobo gris mueve su bocaza y dice: “Hola, soy el lobo feroz, a su entera disposición.”
Le acaricio con ternura las orejas y me dice estrenando su voz grave: “Perdón, es que no conozco a nadie, soy nuevo aquí”.
Le presento a los demás títeres que lo miran asombrados, menos Caperucita roja que no quiso salir por nada del mundo, no sé si me entienden.
Mueve las orejas y bosteza, luego estornuda, en un santiamén  le fabrico una bufanda con una tela escocesa y se la coloco alrededor  del cuello: “Salud, no se vaya a resfriar señor lobo”
Me mira agradecido y tartamudea emocionado: “Gra-gra-gracias...Nunca tuve una bufanda, ¿sería posible también un gorro, un chaleco, y una bolsa de agua caliente”

NO HAY CASO, ya agarró confianza...


Anastasia, la bruja de tela





ANASTASIA, LA BRUJA DE TELA:




La bruja es un personaje entrañable. Sus antepasados son antiquísimos y existirán por siempre. Con su sombrero puntiagudo, vestida de negro riguroso y con una enorme nariz y una melena blanca e impeinable, escoba en mano y risa chillona, hace las delicias de los chiquilines.
Anastasia es una bruja buena, algo torpe, siempre confunde los hechizos y su varita mágica es un incienso perfumado a jazmín.
Tengo que reconocer que cuando la hice me excedí un poco con la nariz, y quedó tan narigona que más que fea es cómica.
Su alto sombrero fue una verdadera obra de ingeniería, pero valió la pena el trabajo, iluminado de estrellas y brillantina le queda como anillo al dedo.
“Mamá”, dice uno de mis pichones: “Hay que fabricarle un sirviente, todas las brujas tienen uno”.
¡Claro! Como la que corta y cose soy yo... aunque él ceba mate, espumoso y amarguito.
“¿Te parece?”murmuro entre dientes.
“Ta claro”, me dice.
Busca y rebusca el titiritero inventando un compañero digno de tan raro ejemplar, finalmente, en el fondo de una lata de juguetes, enroscadita y sola, encuentro dormida una larga víbora de goma, recuerdo de pasados cumpleaños.
Perfecta... Sólo hay que arreglarla un poco; Anastasia la ve y chilla de alegría y la viborita se esconde debajo de unas lanas de colores y observa asustada.
¿Dónde la ponemos?... ¿en el pelo?... ¿enroscada en el cuello? Nooo, podría caerse y sería un desastre.
-“Que ella elija”-dice democráticamente la abuela de Caperucita y todos nos quedamos calladitos en señal de respeto.
La viborita se asoma y se enrosca despacito en la mano de tela ante el asombro de todos. Se oyen aplausos y murmullos de aprobación.
Y allí se queda, enrolladita y feliz, será su asistente perfecta de ahora en adelante, compañera fiel de funciones y funciones.
Ahora Anastasia ya tiene compañía, y a su nueva amiga no le importa que le salgan mal los hechizos o que tenga esa tremenda nariz.





Ellos y nosotras

Ellos y nosotros

Muñequitos de tela, de caritas pintadas y pelo de ilusión, vestidos con ropas de retazos y utilería sencilla, sin efectos especiales.
Tiernos amigos que descansan en una caja de cartón, que guarda sus voces y risas, esperando ese momento mágico para despertar y salir a escena.
¡Cuántas veces nos hemos sentado en esta mesa y con cariño hemos mirado los materiales más diversos: polyfom, lana, algodón, botones, telas, papeles de colores, pensando  en una carita especial, en ese personaje que tocará el alma de los niños y los llevará lejos, a soñar nuevos soles o quizás más, a soñar un mundo mejor!
Cálidos milagros, han nacido de nuestras manos y cobran vida con ellas, cada uno distinto, cada uno especial, y no bien nacen se roban una voz, una risa, un nombre.
Los hay de todos los tamaños y de todas las formas, los hay juguetones y cascarrabias, escandalosos y tartamudos, lindos y feos, siempre peleándose  por un sombrero o una peluca, cuchicheando sin parar entre un alboroto de risas y canciones.
Hoy es el gran día ¿A quién le tocará actuar?
Todos juntos no pueden  
¡Cuánto alboroto!
Algunos son tan vanidosos y otros tan tímidos que no pueden ni hablar...
“Acomodame la trenza, ¿no ves que está floja? Y ¿mi canastita? ¿Dónde está mi canastita?” dice caperucita roja, haciendo un puchero con su boquita rosa.
“ Me la comí yo”, le dice el lobo, abriendo su bocota y sacudiendo sus orejas de peluche.
“ Eres un lobo feo y malo, ahora no puedo actuar sin mi canastita” lloriquea caperucita entre el cuchicheo de los otros títeres.
“ Que venga la bruja Anastasia y que con magia le fabrique una nueva” opina un payaso narigón, retocándose el maquillaje.
“QUIERO MI CANASTITA, QUIERO MI CANASTITA”...
                                 
Hay que respirar hondo, contar uno, dos, tres... ¡Basta! La canastita está aquí, junto con la escoba de la bruja y el hacha del leñador. ¿No recuerdan que la utilería va aparte, en esta caja de colores?
Vamos, apróntense, cada uno en su lugar.

Se hace silencio.
Todos se duermen esperando la mano cálida que les dé vida y alegría.
Atentos amigos, comienza la función.

viernes, 24 de febrero de 2012

Titiritero se nace...

Titiritero se nace...

Nacimos para hacer reír a los niños, para abrazar a los abuelos, para besar con la boca pegoteada de chocolate.
Nacimos con manos que saben contar historias y mueven los hilos de la imaginación.
Tenemos el don de provocar la alegría sin ser vistos, como un ladrón que roba risas o un vendedor ambulante que cambia penas por amores.
Nacimos con la capacidad de volvernos invisibles, de dejar de existir, para darles paso a ellos, que con su alboroto de colores y plumas nos borran de un soplido.
¡Qué destino el nuestro! Los creamos, les damos trabajo, ropa, ternura, y los aplausos son siempre para ellos.
¡Pero es tan mágico que todos se crean que tienen vida propia! Si hasta nosotros estamos convencidas de eso, es más, los oímos conversar bajito cuando parecen dormidos.
Titiritero a tu rincón... uno, dos, tres, comienza la función.


De regreso...

Cuando uno vuelve a trabajar para los niños se vuelve chico también y aprende la alegría del encuentro. Pegando ojos de botones y pelo de lana en un títere asombrado, se aprende la maravilla de la comunicación.
Y cuando uno arranca la primera risa moviendo esa sencilla personita de tela, ríe  también y redescubre el sabor de la alegría.
A veces la gente grande no se deja rescatar. Por más caminos que se les pinte, por más rayuelas que se les dibuje, por más puertas que se le abran de par en par como un abrazo.
Y he regresado con ustedes, chiquilines, con estos viejos amigos que amo tanto, que hablan con mi voz y se visten con mis ropas, ríen con mi risa y cuentan cosas que andan perdidas por ahí.
Mis amigos son verdaderos actores, y lo dan todo en su pequeño tinglado. Los harán reír  y soñar, los ayudarán a volar y yo me quedaré atrás, fascinada, hechizada, viéndolos actuar...
Ahora les toca a ellos curarme con su ternura, ir despegando despacito los cascarones de la tristeza  para que no dejen cicatriz.
Con ustedes, mis amigos: LOS TÍTERES.

El baúl mágico

EL BAÚL... ( historia de títeres para personas de 0 a 100 años)

El hombre podía enseñarme los dispositivos de la melancolía, era un hombre de conocimiento, me habían explicado, y allí estaba yo,  parada ante la enorme puerta de madera maciza… Llegué con mi baúl lleno de telas de colores y una pequeña caja atiborrada de botones raros, lentejuelas y plumas; también un costurero que perteneció a mi abuela y una tijera añeja colgando del cuello
Él me exigió que tirara todo, pero yo me negué rotundamente: ¿Qué sería de mí sin mis pequeñas riquezas? ¿Qué haría yo sin mis materiales para elaborar alegrías?
El hombre me miró con dureza y me dijo que no me enseñaría nada de su conocimiento secreto si yo no me deshacía de mis lastres.
Abracé mi baúl y dije:
” Esta es mi historia, no tengo otra cosa”
“Son sólo objetos” me espetó agriamente.
Me arrodillé ante mi viejo baúl y lo abrí despacio, con ternura. Un olor dulzón a manzanas acarameladas aleteó un momento en el aire y luego temeroso se escondió entre mis trastos.
Fui sacando como un mago telas de colores inconcebibles, plumas, ovillos de lana, frascos con botones como ojos esperando una cara, encajes amarillos llenos de historias, viejos collares desgastados, sombreros apolillados.
“¿Ves?” le dije….”No tienen valor, sólo son importantes para mí”. Y en un santiamén con un gastado guante de novia y una puntilla fabriqué una anciana con voz de pájaro ronco, y le puse unos lentes destartalados, y ella me agradeció diciendo que ahora podría leerle a sus nietos un cuento antes de irse a dormir.
Y con una pelotita y un paño rayado hice un payaso que no paraba de estornudar y tuve que colocarle un bufanda de tela a lunares para que no se enfermara…. Y el payaso me explicó que era el cambio de temperatura, que en el baúl estaba abrigadito y que en esa casa que no conocía hacía mucho frío
Y así fueron saliendo mis pequeños tesoros, entre hebras de hilo y festones ajados, sin pensar fui creando mi corte de actores, y cuando quise acordar, el hombre serio y sabio estaba conversando con un estrambótico muñeco azul que le decía que el universo era de gelatina y que Dios lo había creado porque era muy goloso.
El hombre parecía haberse olvidado completamente de mí, eran tantos los personajes que lo rodeaban, le hablaban y le tironeaban de los pantalones, que no tenía tiempo para recriminarme el desorden.
Finalmente, con una corona de papel plateado y una pluma naranja que le había colocado una muñeca atrevida, mientras discutía con la bruja Anastasia el mejor conjuro contra la indiferencia, nuestros ojos se encontraron.
Yo me encogí de hombros esperando lo peor, como diciendo: “Lo siento, ellos son así”.
Entones el hombre se levantó entre las telas esparcidas, que habían vuelto a ser sólo telas de colores otra vez, y me dijo:
”¿ Qué te puedo enseñar yo que ellos no sepan?”
Me apoyó la arrugada mano en la cabeza, no sé si para bendecirme o condenarme, y mientras se iba esfumando lo escuché reír, mientras saludaba con una galera invisible y cantaba bajito una canción.
Nunca más lo volví a ver, pero ellos, los del baúl, lo recuerdan siempre, y lo llaman entre ellos “el maestro”
Y de noche cuentan bajito historias sobre la creación del universo, que según unos nació de una bola de helado de avellana y otros dicen que fue un antojo de Dios, un día que tenía ganas de comer mazapán.
Los más osados especulan sobre el universo creado en base a pompas de jabón perfumado y hay uno que sostiene que todo se creó el día que Dios cantó una canción.
Tengo que reconocer que me gusta escucharlos filosofar dentro del viejo baúl de tesoros. Al fin y al cabo ellos tiene una gran sabiduría… lo dijo el hombre sabio, ese a quién nunca más volví a ver.


jueves, 23 de febrero de 2012

Los Caminos del Títere ( terapia con títeres)


Los Caminos del Títere 
 Prof. Silvia de Castro, Prof. Nora González  

Arte, Educación, Salud
Transitemos el tercer camino
El diagnóstico de "retardo mental" sea leve, moderado o severo es un estigma para quien lo porta.
Una condena a "no poder" insertarse dentro de lo establecido en el orden social.
Cuando se habla de patologías, lo que se visualiza son aptitudes que se repiten en algunos sujetos, a los que se les agrupa según su padecimiento.
La carencia de alguna herramienta provista por la Naturaleza no debe impedir su inserción al mundo al cual pertenece.
Apostamos a la transformación de un destino, partiendo de que sólo quien logra vincularse con el otro, obtiene en ese intercambio lo que podríamos denominar " la llave de la vida".
Es la que habilita a transformar un diagnóstico, que muchas veces obtura y encadena, ante una sociedad competitiva, cuyos valores aparentemente se restringen al éxito personal y a la imagen de un cuerpo perfecto.
Vincularse con el otro implica estar presente en el campo del amor, amor que habilita a la vida. Vida que brinda distintos ámbitos en los cuales implicarse social, cultural y económicamente, tener una familia y un grupo de pertenencia.
Las actividades con los títeres, favorecen el pensamiento simbólico, lográndose alcanzar procesos metafóricos cerebrales, permiten a los niños con capacidades especiales (síndrome de Down, componentes autistas, retrasos cerebrales etc.) apropiarse de una herramienta facilitadora de lenguaje.
Se puede restablecer un vínculo como primer eslabón de una cadena, que tendrá los eslabones necesarios para permitir en cada caso que la transformación sea posible.
Fundamentación teórica
Hay pocas razones para dudar de que un medio ambiente poco propicio demora la adquisición de estructuras lógicas, y hay motivos para suponer que estos procedimientos enriquecedores programados cuidadosamente podrían, dentro de límites, acelerar el índice de desarrollo intelectual en niños con retrasos.
Según Peter Wolff pueden existir sendas alternativas hacia el establecimiento de estructuras lógicas.
Es probable que niños distintos lleguen a las mismas estructuras por caminos diferentes según su patología y su mundo cultural.
Las actividades con los títeres no son de índoles puramente plástica, ya que las representaciones teatrales ocupan un lugar muy importante.
Al colocar al objeto a través del movimiento y las palabras en una perspectiva dramática, el juego con los títeres se convierte en un momento indispensable de la experiencia artística integral y terapéutica.
Durante el proceso de construcción, sobre todo si el sujeto no tiene experiencia con la técnica, la imagen del "yo" se borra. El resultado de la acción es tan extraña que su apropiación por el "yo" se hace lentamente y a veces a disgusto. Y ocurrirá solamente a través del rol, que adoptará al personaje como un significante de sí mismo.
El niño habla por la boca figurada del títere, que ocupa en la ficción el lugar del inconsciente.
El mismo dispositivo de la técnica de los títeres favorece la metáfora.
El trabajo con los títeres integra en el campo maduracional un área que es la más deficiente: la estética.
Cuando la estética crece, el pensamiento simbólico crece.
Las cosas, a diferencia de las personas, tienen una estabilidad e inmanencia que permiten crear con ellas relaciones libres des compromisos personales.
Estas características adquieren un particular valor cuando se trata de niños con componentes autistas.
La elaboración teórica del fenómeno comunicacional logrado por el títere, sentó las bases para creer que éste posee alguna cualidad esencial que permite superar barreras y llegar al"yo".
Se obtiene un esquema compuesto por un círculo central el "yo", y otro a cierta distancia que lo envuelve el " sí mismo psicológico".
Este SMP es como una cápsula que los aísla del entorno.
El rostro humano se presenta como causante muchas veces del bloqueo comunicacional. El títere se considera terapéuticamente como objeto intermediario.
La existencia real y concreta, más que las relaciones posteriores que se puedan generar, es la cualidad básica para considerar as una cosa, objeto intermediario.
No todas las cosas pueden ser utilizadas como OI , pues deben cumplir ciertos requisitos entre los cuales la "inocuidad" es esencial.
El OI es un transmisor de mensajes comunicacionales y facilita la respuesta del paciente. La información transmitida comprende tanto lo fisiológico como lo social.
El OI cumple su finalidad cuando logra transmitir toda la información necesaria a pesar de los bloqueos existentes en el receptor.
Los roles jugados, en estos casos no son tenidos en cuenta, la finalidad es procurar restablecer la comunicación interrumpida.
De acuerdo a estudios realizados en el Htal. José T. Borda en la comunicación intraespecie se intercambian un número de estímulos comunicacionales que son decodificados por los miembros involucrados.
El número de mensajes intercambiados en condiciones normales es de cien y son emitidos por diversas partes del cuerpo.
El mayor porcentaje corresponde al rostro (70%). Esto quiere decir que el otro debe decodificar la mayor cantidad de estos mensajes para comprender a su interlocutor.
Todas las técnicas del OI tienden a reducir la cantidad de información que se ofrece. Se trata de sustituír una comunicación en superficie por una puntiforme (3 a 5 mensajes).
El títere elimina la mayor parte de estos mensajes naturales por ser figuras estáticas, sin riqueza expresiva del rostro.
La utilización del títere elimina la participación corporal. Frente a un niño con componentes de autismo (aleteo, balanceo, no vinculación con la mirada), se trata de restablecer la comunicación a través del OI.
Durante este proceso se van produciendo una serie de manifestaciones en el niño que nos indican sus cambios interiores: focalización de la atención (señala que se ha establecido un contacto con el yo), creación de fonemas, exteriorización de emociones (llanto, risa, enojo etc.).
En el caso de niños con Trisomía 21, la adquisición de un lenguaje que les permita comprender al otro y a su vez, ser comprendidos, se realiza generalmente en forma más lenta y tardía que en otros niños.
Si se trabaja con el títere, apuntando a lograr un fuerte vínculo entre éste y el niño, se abre una puerta hacia la comunicación oral.
Generalmente, el niño trisómico presenta una hipotonía acentuada, que debe ser tratada para fortalecer los músculos que le permitan hablar. Pero en la mayoría de los casos, no es éste el único obstáculo a sortear.
En el trabajo con estos niños, se apunta a lograr la comunicación, derribando barreras de índole emocional y de aprendizaje, usando el títere como OI.
Se evalúan los emergentes surgidos en cada representación y se avanza paso a paso tratando que el niño internalice herramientas que le sirvan de sostén emocional ly determinen su íntima necesidad de expresarse oralmente.
Así, nos encontramos con el primer obstáculo: el juego estereotipado. Una vez sorteado, tenemos la seguridad de haber avanzado hacia la creación de nuevos pensamientos que no sean predeterminados por la maduración del sistema nervioso, sino que estén construídos dentro del individuo mismo.
Se ha llevado a cabo un trabajo de campo durante un año. en el mismo se evaluaron 16 niños con diferentes patologías y grado de compromiso.
Se contó con un aula con poco mobiliario, un teatro de títeres, títeres de guante y objetos semi-simbólicos.
El grupo de trabajo estuvo integrado por dos Titiriteras y Educadoras por el Arte y se contó con una Psicopedagoga para consultas puntuales.
La frecuecia de asistencia fue de 40 minutos por niño dos veces por semana.
Por lo expuesto y logrado en ese trabajo se infiere que es posible a través de la utilización del títere como arte-terapia, restablecer vínculos e internalizar herramientas facilitadoras del lenguaje oral.


Homenaje a Federico

La composición de un rostro de un personaje reconocido, como es el de Federico García Lorca, nos lleva a crear un títere que es una "caricatura" del rostro de Lorca.
Se utilizan los rasgos más sobresalientes como por ejemplo, los enorme ojos del poeta andaluz
Luego será su voz, sus poemas los que hablen por él...
Pero esa es otra historia

más Romancero de Federico


1

ROMANCE DE LA LUNA, LUNA

A Conchita García Lorca

La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.
Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.
Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.
Niño, déjame, no pises
mi blancor almidonado.
El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño,
tiene los ojos cerrados.
Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.
Cómo canta la zumaya,
¡ay, cómo canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con un niño de la mano.
Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
El aire la está velando

Nuestro Lorca de tela



Nuestro Federico García Lorca...( de tela)

Romance de la Pena Negra

Las piquetas de los gallos
cavan buscando la aurora,
cuando por el monte oscuro
baja Soledad Montoya.

Cobre amarillo, su carne,
huele a caballo y a sombra.
Yunques ahumados sus pechos,
gimen canciones redondas.
Soledad, ¿por quién preguntas
sin compaña y a estas horas?
Pregunte por quien pregunte,
dime: ¿a ti qué se te importa?
Vengo a buscar lo que busco,
mi alegría y mi persona.
Soledad de mis pesares,
caballo que se desboca,
al fin encuentra la mar
y se lo tragan las olas.
No me recuerdes el mar,
que la pena negra, brota
en las sierras de aceituna
bajo el rumor de las hojas.
¡Soledad, qué pena tienes!
¡Qué pena tan lastimosa!
Lloras zumo de limón
agrio de espera y de boca.
¡Qué pena tan grande! Corro
mi casa como una loca,
mis dos trenzas por el suelo,
de la cocina a la alcoba.
¡Qué pena! Me estoy poniendo
de azabache, cama y ropa.
¡Ay mis camisas de hilo!
¡Ay mis muslos de amapola!
Soledad: lava tu cuerpo
con agua de las alondras,
y deja tu corazón
en paz, Soledad Montoya.

Por abajo canta el río:
volante de cielo y hojas.
Con flores de calabaza,
la nueva luz se corona.
¡Oh pena de los gitanos!
Pena limpia y siempre sola.
¡Oh pena de cauce oculto
y madrugada remota!
Federico




Marioneta...GENIAL! supercalifragilisticoespialidoso!!, diría Mary Poppins

Qué  talento !      http://www.youtube.com/embed/kPvciIdDZAE

¿De dónde vienen los títeres? ¿Qué tipos de marionetas existen? ¿Cómo es la profesión de titiritero? ¿Qué influencia tiene el teatro de títeres en otras artes?.
5 conceptos sobre la historia, la práctica y el conocimiento del teatro de títeres útiles para padres, educadores, público y titiriteros presentes y futuros interesados en este arte.

  1. Historia
    Los orígenes del teatro de títeres se remontan probablemente 30.000 años en la historia (Puppetry and Puppets/Eileen Blumenthal/Thames & Hudson/2005/ISBN-13 978-0-500-51226-5).
    Las marionetas han sido utilizadas desde tiempos prehistóricos para transmitir ideas y conocimientos en las sociedades humanas.
    Algunos historiadores afirman que el teatro de títeres precede al teatro de actores.
    Existen evidencias de figuras de madera articuladas movidas por hilos halladas en tumbas egipcias y datadas en el año 2000 A.C.
  2. Actualidad
    Desde principios del siglo XIX el arte de las marionetas despertó un vivo interés entre artistas de las Bellas Artes, como Heinrich von Kleist, Sergei Obraztsov, Edward Gordon Craig, Lorca, Picasso, Paul Klee o Leger, entre muchos otros.
    En la actualidad las marionetas son protagonistas en el cine, la televisión o la publicidad, además de en salas de teatro, escuelas, calles y plazas. Existen multitud de festivales dedicados al teatro de títeres en todo el mundo.
  3. Tipos de títeres
    Existen numerosas técnicas para manipular y construir marionetas. Los tipos de títere más habituales son:

    Más tipos de títeres
  4. Profesión
    El teatro de títeres, al igual que otras artes, es también una
    profesión.
    A los que ejercen esta profesión se les llama titiriteros, o de forma menos común en España y América latina, marionetistas.
    Los titiriteros pueden trabajar como solistas o en grupos (compañías de títeres).
    Algunos titiriteros ejercen su profesión mediante asociaciones y entidades sin ánimo de lucro, y otros de forma profesional, como trabajadores autónomos (en España) o con otras formas jurídicas empresariales entre las que la S.L. y la cooperativa son las más comunes. De forma habitual los titiriteros en España están sujetos al régimen de artistas de la Seguridad Social.
  5. Formación
    En diversos lugares del mundo existen escuelas y programas formativos para titiriteros (Francia, Alemania, Japón…) y varias universidades en todo el globo ofrecen distintos cursos relacionados con la formación como marionetistas. En la actualidad, en España, la oferta formativa se limita a cursos, talleres y seminarios desarrollados por organizaciones como la UNIMA y por iniciativa privada de titiriteros profesionales, además de las materias relacionadas con los títeres que pueden tocarse en algunas especialidades de Bellas Artes. Los titiriteros ibero-americanos suelen ser autodidactas, aunque a menudo tienen una formación actoral o artesanal.

Manos con alas


Figuras chinas... Quién no las hizo alguna vez en una pared?

lunes, 20 de febrero de 2012

Los de tela apoyamos las palabras de Federico

Javier Villafañe, un genio

Títeres: origen, historia y misterio
Foto de Javier Villafañe
Vamos a correr el telón y asomarnos por unos instantes al mundo de los títeres, a ese maravilloso y complicado mundo, tan antiguo como la misma humanidad. Los títeres vienen de muy lejos. Es perderse en el misterio pretender buscar su origen. Nacieron con la imaginación, y pertenecen a todos los tiempos y a todos los lugares de la tierra. Charles Nodier —quien fue un ferviente admirador de los títeres— se ha ocupado de ellos en varios artículos. Acerca de su origen escribió en la Revue de Paris: "Al no poder fijarse la época precisa de su nacimiento, puede decirse que el títere más antiguo es la primera muñeca puesta en las manos de un niño, y que el primer drama nace del monólogo, mejor dicho del diálogo que sostiene el niño y su muñeco. Yo quisiera —continúa—poder dar a los comediantes un origen más ilustre, pero está perfectamente demostrado que descienden en línea recta de los títeres y confesaremos que, varios entre ellos, los que más admiramos en los grandes teatros, han conservado un aire de familia"
En Egipto se han encontrado estatuas con resortes que usaban en las ceremonias religiosas y entre los juguetes destinados a los niños. En Marionnettes et Guignols, Ernest Maidron asegura que estos muñecos eran animados por movimientos de cabeza y de brazos. También se halló en Egipto, en la tumba de una bailarina de nombre Jelmis, al lado de la momia, un barco pequeño tripulado por varias figuras de marfil. Una de ellas, articulada, podía ponerse en movimiento mediante unos hilos. En el centro de este barco, había una casita con puertas de marfil, que al abrirse dejaba ver toda la escena de un teatro de títeres. Quizás esta bailarina ofrecía con sus muñecos representaciones por el estilo de las que años más tarde se dieron en Grecia y en Roma y, más adelante, aplaudieron las muchedumbres de París, Londres y Viena.
Los chinos conocen a los títeres desde tiempos remotos. Hacen su aparición en los ritos religiosos y en las calles, entre las gentes del pueblo. De China —según las crónicas—, los llevan los músicos andariegos al Japón, atravesando Corea. Allí llegaron a una perfección extraordinaria. Están modelados en madera y mueven las cejas, los ojos, la boca y articulan los dedos de las manos. Algunos son muy grandes y de un mecanismo tan complicado que para manejar una sola marioneta hacen falta tres titiriteros.
En Grecia se han encontrado títeres. Dice Charles Magnin en su famosa Histoire des marionnettes, que los títeres eran recibidos en las moradas aristocráticas de Atenas; Xenofonte, en el relato del banquete de Callais, nos cuenta que entre las diversiones que el hotelero había preparado para sus invitados figuraba un titiritero de Siracusa. Photeinos, de oficio titiritero, tenía en Grecia un permiso especial para dar representaciones públicas en el Teatro de Baco. Aristóteles y Apuleyo hacen referencia a los títeres. Lo atestigua Magnin, "el sabio historiador de las marionetas", como lo llamó Anatole France. Estos títeres eran bastante complicados. Así los describe Aristóteles: "El Soberano dueño del Universo no tiene necesidad de numerosos ministros, ni de resortes para dirigir todas las partes de su inmenso imperio. Le basta un acto de su voluntad: de la misma manera, esos que manejan los títeres no tienen más que tirar de un hilo, para poner en movimiento la cabeza o la mano de esos pequeños seres, después sus hombros, sus ojos, y algunas veces todas las partes de su persona, que obedecen pronto con gracia y medida".
Personajes de las farsas primitivas
Petronio, Horacio, Aulus Gelio mencionan en sus escritos espectáculos de títeres en Roma. Los personajes más característicos de las farsas primitivas de títeres en Roma fueron tomados de la realidad, de tipos populares que más tarde influenciaron notablemente a la commedia dell'arte —que a su vez influye sobre el teatro de títeres— para dar nacimiento a Brighella, el Capitán, Colombina, Cassandro, Pantalón. "Lamia el vampiro africano y Manducus el otro antiguo —escribe Pierre Louis Ducharte en La comédie italienne— han nacido de marionetas y el último ha evolucionado en Capitán." Y más adelante agrega: "Al lado de la commedia dell'arte existió siempre el teatro de marionetas. El uno y el otro, sin duda, se ha hecho sin interrupción préstamos de escenarios y de máscaras."
Hay quien afirma que en la India existían los títeres varios siglos antes de Cristo. En la literatura hindú, en cuentos, leyendas y libros sagrados, hallamos referencias a estos remotos personajes movidos por la mano del hombre. En el Mahabarata —donde la historia está mezclada con la mitología— nos encontramos con este pasaje: "Cuando el hijo del poderoso Arjun salió al frente de una expedición guerrera, su novia, la princesa Uttara, le pidió al despedirse que le trajera lindas y transparentes telas de colores para vestir a sus títeres." Y dice un viejo relato hindú: "Parvati, la mujer del Dios Shiva, hizo un hermoso títere que escondía a los ojos de su esposo para que éste no lo viera y se enamorara. Llevó la muñeca a la montaña, y todos los días iba a visitarla y a adorarla. Pero el Dios Shiva, una vez, la descubrió mientras buscaba una flor. Se enamoró del títere, le dio vida y huyeron juntos".
Enrique Vesely, distinguido escritor checoslovaco que se ha dedicado al estudio de los títeres, en un libro editado en Praga en 1910 — Desde los primitivos títeres hasta los títeres checos—, escribe refiriéndose al origen de las marionetas: "La cuna del teatro de muñecos fue la India y desde allí se divulgó por el mundo." Y más adelante traza un caprichoso itinerario: de la India, lugar preciso del nacimiento, pasaron a Persia, de allí a Arabia, y de Arabia los gitanos los llevaron a Europa atravesando Grecia e Italia. Dice también en el libro mencionado que Vidushaka, el personaje más popular y más viejo del teatro de títeres hindú, es el bisabuelo de todos los fantoches. Y por ser Vidushaka un enano con joroba, con dientes largos asomándose por entre los labios gruesos, la cabeza pelada, el rostro deformado, todos sus descendientes directos o indirectos —Polichinela, Kasparek, Guignol, Punch— han heredado la joroba u otra deformidad del desgraciado progenitor.
Los títeres hieráticos
¿Cómo puede precisarse un determinado lugar geográfico para ubicar el nacimiento y la infancia del títere? ¿En qué lugar preciso puede fijarse el nacimiento del hombre? Y el títere —es mejor divagar sobre su origen— nació cuando el hombre, el primer hombre, bajó la cabeza por primera vez, en el deslumbramiento del primer amanecer y vio a su sombra proyectarse en el suelo, cuando los ríos y las tierras no tenían nombre todavía. Y el día que modeló el primer muñeco tuvo que pensar en su sombra. Lo hizo a su semejanza, y nació el títere, sin vida propia, como la sombra del hombre, que necesita de él para moverse y vivir.
En los escritores antiguos hay referencias a los títeres hieráticos. Los citan Herodoto y Luciano. Es conocida la Venus de madera, atribuida a Dédalos, que se movía por medio de mercurio. También se movía y predecía el futuro la estatua de Júpiter Ammon. Ochenta sacerdotes, en las procesiones, la cargaban sobre sus hombros y ella, con movimientos de cabeza, les indicaba el camino. Charles Magnin y Ernest Maidron, en los libros ya citados, nos dan detalles sobre estas curiosas imágenes y del conocimiento que se tenía entonces sobre las propiedades del imán sobre el hierro. Los títeres hieráticos —anota Vesely— tomaron parte original en los misterios religiosos, cuando el hombre no se animaba a representar a sus dioses.
De generación en generación
Las marionetas jamás llegarán a envejecer. No sienten el lento rodar de los siglos, Viven y sonríen por encima el tiempo. Hoy gozamos delante de un teatro de títeres igual, exactamente igual como gozaban los niños y los viejos, hace siglos, cuando rodeaban a los juglares y saltimbanquis, cuando éstos hacían aparecer a los fantoches que llevaban ocultos debajo de sus capas.
En Europa, los títeres fueron usados al principio por la Iglesia para hacer representaciones de pasajes bíblicos y leyendas de santos. Después comenzaron a popularizarse, y se llevaron a escena cuentos, historias de caballería y de bandoleros. Las obras eran de carácter cómico o dramático, tomadas sobre relatos que se iban transmitiendo verbalmente, de generación en generación. Muy rara vez aparecían en escena más de dos personajes. El público solía intervenir casi siempre en las representaciones, y el titiritero se veía obligado a improvisar y a apartarse del argumento.
En el siglo XVI, los músicos andariegos atraen la atención con una novedad en materia de títeres que los franceses llaman marionnettes à la planchette. El músico, después de congregar al público, mueve al compás de su instrumento dos figurillas sostenidas por un hilo que sujeta a su pierna. De esta manera las hace danzar, mientras suena alegremente la gaita, la pipa o el tambor. Shakespeare y Ben Jonson suelen recordar con frecuencia a estos remotos personajes movidos por hilos. Milton se inspiró, para crear su Paraíso perdido, mientras asistía a una función de marionetas que representaban la Historia de Adán y Eva. Goethe fue también un enamorado de los títeres. El Fausto le fue revelado por unos titiriteros de la feria de Francfort. Y Lord Byron llegó a decir: el que no ama a los títeres no es digno de vivir.
Polleras, cortinas y batidores
El titiritero ambulante ruso del siglo XVII usaba una pollera muy ancha que le servía de escenario. Al comenzar la representación levantaba la pollera y pasaba el ruedo por un arco, se calzaba un muñeco en cada mano —eran siempre títeres de guante— y realizaba el espectáculo. Lógicamente, sólo podían intervenir nada más que dos personajes en escena. Más tarde, suprimieron el uso de la pollera por tres cortinas extendidas sobre bastidores, livianas para el transporte y que se armaban muy fácilmente.
En Francia, en el siglo XVII, los títeres llegaron a alcanzar un éxito tan extraordinario que les quitaban el público a los actores humanos. Estaban en pleno apogeo los muñecos de mano de Brioché, que actuaban en el Puente Nuevo, y los de hilo, de La Grille, en el Marais. Se entabló una lucha entre los personajes de madera y los de carne y hueso. Estos últimos se vieron obligados a hacer una protesta. Exigieron que se les cobrara un impuesto que fue demasiado elevado para que los guiñoles pudieran resistirlo y, además, se obligó a todos los titiriteros de París a volver nuevamente a las ferias.
Hay épocas en que los hombres parece que se hubieran olvidado de las marionetas. Quedan los muñecos callados, inmóviles, dormidos. Apenas si alguien, muy de tarde en tarde, los recuerda como algo lejano, perdido en el tiempo y la distancia. Y un día, otra vez, vuelven a surgir. Despiertan del largo silencio. Las calles y las plazas se pueblan de música y de voces titiritescas.
Muñecos alrededor del mundo
Las distintas clases de muñecos tienen en Italia nombres diversos. Se llama burattini a los títeres sin pies, en cuyo vestido se introduce la mano para mover la cabeza y los brazos. Según Magnin, han recibido el nombre de burattini de un actor llamado Burattino, célebre máscara viviente de origen florentino o romano, que vivía todavía en el año 1622. Y se denominaba fantoccini o fantoccio al títere movido por hilos. Los italianos se han entregado con amor a este arte maravilloso y han llegado a ser verdaderos maestros. Ellos los desparramaron por Europa, llevándolos primero a Francia y luego a Inglaterra, Alemania y Checoslovaquia. Pero estos títeres fueron olvidando paulatinamente el lugar de su procedencia para tomar las costumbres y las modalidades de los pueblos donde se radicaban. Cambiaron de traje, de espíritu y de nombre, y fueron Punch en Londres, Guignol en Lyon, Kasparek en Praga.
Podrecca con su teatro nos mostró un mundo de magia. Paseó por los cinco continentes sus mil doscientos muñecos de madera, de una perfección extraordinaria. Los piccoli de Prodecca. Color, técnica, música y poesía; sueño de sueños.
Guignol es en Francia el más popular de los títeres. Le siguen Lafleur, Gnaffron. Laurent Mourguet fundó en Lyon, en 1795, un teatrito de títeres donde nació el popular Guignol. ¿De dónde viene este Guignol? Muchas y graciosas discusiones tuvieron italianos y franceses disputándose la paternidad del títere lionés. Los italianos decían que Mourguet había tomado al principio como personaje central de su teatro a Polichinela, y que un vecino del barrio de Saint Paul —operario de una sedería e infaltable en las representaciones—, cada vez que le agradaba una escena, la aplaudía gritando: "¡C'est guignolant!" (exclamación que podría traducirse como "qué gracioso es"). La expresión guignolant —terminan sosteniendo los italianos— pasó al repertorio del titiritero y, más tarde, abreviada, se usó para designar a un personaje que llegó a ser popularísimo con el andar del tiempo.
Los franceses, en cambio, afirmaban que era oriundo de Francia. Y Víctor Bresse escribía acerca de Guignol en 1908: "Recuerdo que en cierta ocasión en que hojeaba el Archivo Departamental, en las listas de los lioneses inscriptos en las Compañías del Batallón de Rhone y el Loire, en 1792, hallé el enganche de un tal Jean Guignol, de veinticuatro años de edad, tintorero. Yo opino —continúa Bresse— que el nombre de Guignol es muy viejo en Lyon y me lo prueba la mención siguiente: hallé el nombre de Guignol en un testamento de 1267."
Franceses e italianos siguen disputándose la paternidad de Guignol, el popular personaje que muestra algunos defectos físicos, herencia de su progenitor, Polichinela, y los vicios y virtudes el pueblo que le dio vida.
Un tal Maese Pedro
En España tenemos referencia de titiriteros a fines del siglo XII. Gerardo Riquier de Narvana, en la Súplica al Rey de Castilla, Alfonso X (en 1274), nos da noticias de títeres y titiriteros que recorren los caminos de la península.
En el Quijote hace Cervantes una descripción del titiritero que en el Siglo de Oro viajaba en una carreta con su mono, su tablado y su trujamán. Y así lo presenta a Ginés de Pasamonte, cuando llega a la venta a pedir posada: "Todo vestido de gamuza, medias, gregüescos y jubón". Y más adelante agrega: "Olvidábame de decir cómo el tal Maese Pedro traía cubierto el ojo izquierdo y casi medio carrillo con un parche de tafetán verde". Después cuando Don Quijote pregunta quién era ese tal Maese Pedro, así le responde el ventero: "Éste es un famoso titiritero que ha muchos días que anda por esta Mancha de Aragón, enseñando un retablo de la libertad de Melisendra, dada por el famoso Don Gaiferos, que es una de las mejores y más representadas historias que de muchos años a esta parte en este reino se han visto. Trae asimismo consigo un mono de la más rara habilidad que se vio entre monos (...) Se cree que el tal Maese Pedro está riquísimo y es hombre galante (como dicen en Italia) y bon compaño, y dase la mejor vida del mundo; habla más que seis y bebe más que doce, todo a costa de su lengua, de su mono y de su retablo."
Ofrece Maese Perdro sus títeres y, en lo mejor de la representación, Don Quijote desenvaina la espada para salir en defensa del enamorado Don Gaiferos, y a golpes de acero decapita toda la titirería y por milagro salvan su vida el titiritero y el trujamán. Y termina la aventura del Quijote y Maese Pedro, cobrándole éste al Caballero de la Triste Figura, por sus destrozos, cuarenta reales y tres cuartillos.
El gorjear de las aves
¿De dónde viene la palabra títere? Es muy vieja y muy usada en España; Sebastián de Covarrubias, en el Tesoro de la Lengua Castellana, dice: "Ciertas figurillas que suelen traer extranjeros en unos retablos que, mostrando tan solamente el cuerpo de ellos, los gobiernan como si ellos mesmos se moviesen y los maestros que están dentro, detrás de un repostero y de un castillo que tienen de madera, están silbando con unos pitos que parece hablar las mismas figuras, y porque el pito suena ti-ti, se llamaron títeres, y puede ser griego, del verbo tytise, que indica el gorjear de las aves. Hay otra manera de títeres, que con ciertas ruedas como de reloj, tirándoles las cuerdas van haciendo sobre una mesa ciertos movimientos que parecen personas animadas, y el maestro los trae tan ajustados que en llegando al borde de la mesa dan la vuelta, caminando hasta el lugar de done salieron. Algunos van tañendo un laúd, moviendo la cabeza y meneando las niñas de los ojos, y todo esto lo hace con la ruedas y la cuerdas." Y termina diciendo "que fue una invención de Joanelo, gran matemático y segundo de Arquímedes; sin embargo hubo en los pasados siglos esa invención, como lo atestigua Horacio en el libro II".
Punch: un libertino de siete suelas
Old Vice —el viejo vicio— vivió varios años en los primitivos tablados ingleses. Representaba al vicio bajo todas sus formas. En las postrimerías del siglo XV, otro personaje vino a suplantarlo definitivamente. Llegó Punch, con su joroba abultada y su larga nariz ganchuda. Aún continúa recibiendo aplausos. Siempre viste un traje a rayas y usa un bonete en forma de cono. Se casó con Judy para no separarse jamás. Y a pesar de las infidelidades, aparecen siempre juntos.
Con el nacimiento de Punch, los títeres desacreditados por Old Vice se rehabilitaron y comenzaron a ganarse los teatros confortables. El público fue haciéndose cada vez más selecto. Aumentaron los tablados y también los precios de las entradas. Los titiriteros se esmeraron en la presentación de las obras. Una de ellas se hizo famosa. Se estrenó al comenzar el siglo XVI, y se llamaba La creación el mundo o El diluvio de Noé. En esta obra, el agua corría por el escenario. Se veían al Arca y a Noé con su familia y a todos los animales con sus respectivas parejas. Los pájaros volaban por el aire. Aparecían, también el Mal saliendo del infierno, Lázaro resucitado y varias figuras danzando en torno de ellos.
Punch vino al mundo con un carácter alegre y jovial. Con el correr de los días se va transformando hasta llega a convertirse en un cínico cruel, un libertino de siete suelas. El libro de Ernest Maidron, Las locuras del señor Punch —muy en boga en la primera mitad del siglo XVIII—, muestra al personaje como un sujeto alegre, pero violento y sanguinario: "¡Oídme un momento, nada más que un momento! Voy a contaros una historia, la historia del señor Punch, que fue un vil tunante, sin fe y con muchas muertes encima. Tenía una mujer y un niño, los dos de una belleza sin igual. Punch no era hermoso. Tenía una nariz de elefante. Sobre su espalda se elevaba un cono que se alzaba a la altura de su cabeza, pero dicen que esto no le impedía tener la voz tan seductora como la de una sirena. Era cruel como un turco y, como tal, no podía contentarse con una sola mujer. Es, en efecto, muy aburrido tener una sola mujer y, sin embargo, la ley le prohibía tener dos y también veintidós... aunque él hubiera podido contentarlas a todas. El malvado sedujo a una dama. Después, porque empezaba a molestarle, mató a la mujer, al hijo de ambos y también a sus suegros. Y se echó a rodar por el mundo. Visitó muchos países, y era tan seductor que sólo tres mujeres se negaron a seguir sus locuras: una joven campesina, una piadosa abadesa y la tercera, yo no puedo decir lo que era pero sí asegurar que era la más impura de las mujeres. En Italia encontró las mujeres de la peor especie; en Francia comprobó que tenían la voz muy alta; en Inglaterra, tímidas y recatadas al principio, se convertían luego en las más amorosas del mundo; en España las halló orgullosas como infantas (aunque frágiles como infantas); y en Alemania las encontró de hielo. No tenía ningún escrúpulo en jugar con la vida de los hombres. Padres y hermanos pasaban por sus manos. Uno tiembla de sólo pensar en el horrible reguero de sangre que ha vertido a sus pies. Aunque él tenía una joroba sobre la espalda, las mujeres no podían resistirle. Se decía que en su viaje había firmado un pacto con el diablo. Un día volvió a Inglaterra. La policía lo detuvo y fue condenado a muerte. Pero esa vez engañó al verdugo y salió con vida de la horca. Entonces vino a buscarlo el diablo. Pelearon, el diablo con una horquilla y Punch con un bastón. Armado sólo con un bastón venció al diablo, matándolo."
La conciencia de un pueblo
Cuando Bohemia vivía bajo la dominación de los Habsburgos, un titiritero, Matej Kopecky, se sirvió de los títeres para despertar la conciencia de su pueblo. Hacía representaciones en checo, lengua que apenas entendían los opresores de su patria. Episodios de años felices, cuando Bohemia era libre y tenía sus reyes. Este titiritero —a quien llamaron el patriarca de los títeres— es hoy una gloria nacional. Murió en 1847 y dejó veinte hijos que continuaron divulgando el arte de su padre. Más tarde, los muñecos de Juan Lastovka fueron, en 1848, portavoces de la revolución. Y más tarde José Skupa y su teatro de marionetas colaboraron en la guerra de 1914. Representaba la obra Cómo Kasparek de Pilsen entierra a los austríacos. Una vez terminada la guerra colocaron una placa en la casa donde nació el titiritero.
José Skupa sostuvo con los ingresos de su teatro de títeres un sanatorio para niños convalecientes. En el año 1920 creó un muñeco hoy muy popular, no sólo en Checoslovaquia sino también en toda Europa y Norteamérica. Se llama Spejbl y, desde 1926, le acompaña su hijo Hurvinek, otra creación de Skupa.
Kasparek es el más popular de los títeres checoslovacos. A veces aparece acompañado de su novia o esposa, Kulapinka, y de una yegua blanca que se llama Rozarka. A Kasparek se le conoce desde el siglo XV. Es pequeño, jorobado, lleva el traje y un sombrero de tres picos adornado con cascabeles. Es generoso, está siempre de buen humor y ríe con todas las ganas.
De nuevo vamos a correr el telón. Nos apartamos otra vez del maravilloso y complicado mundo de los títeres. Ellos seguirán viviendo al lado del hombre, como su sombra. Es el destino del títere. Nació con el hombre y morirá con él.
PortadaArtículo extraído de la revista Teatro, Año 4, N° 13, Buenos Aires, julio de 1983. Teatro es una publicación periódica del Teatro San Martín, perteneciente al Complejo Teatral de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


Foto de Javier VillafañeJavier Villafañe nació en Buenos Aires el 24 de junio de 1909. Fue poeta, escritor y, desde muy pequeño, titiritero. Con su carreta La Andariega viajó por Argentina y varios países americanos realizando funciones de títeres. Fue autor, entre muchos otros libros, de Los sueños del sapo (Colihue), Historias de pájaros (Emecé), Circulen, caballeros, circulen (Hachette), Cuentos y títeres (Colihue), El caballo celoso (Espasa-Calpe), El hombre que quería adivinarle la edad al diablo (Sudamericana), El Gallo Pinto (Colihue) y Maese Trotamundos por el camino de Don Quijote (Seix Barral). El primer día de abril 1996, a los 86 años, falleció en Buenos Aires.